Desde la tierra de Eduardo Llanos, enviaron libro al Casino Español

«Hombres y Mujeres de Abamia» es el título del libro que recibió desde España el Directorio del Casino Español de Iquique, como regalo especial del Alcalde de Cangas de Onís, Don José Manuel González Castro, para conmemorar la destacada biografía contenida en el libro de Don Eduardo Llanos.

Un encargo, que entregó en propias manos la Señora Irene Villoria Alonso, quien dio las siguientes palabras: «Como manifestó don Oscar Cajiao, presidente del Casino Español de Iquique, en el homenaje a don Eduardo Llanos con el que uds. conmemoraron el 12 de octubre pasado: la migración sigue vigente… y aquellos que buscan otro país para vivir, deben ser respetuosos de ese país, su cultura y sus costumbres, y deben ser ciudadanos que dejen una huella positiva a su paso.

Don Eduardo Llanos, como heredero de la cultura ilustrada de don Gaspar Melchor de Jovellanos difundiese en su Asturias natal, supo dejar esa huella positiva, integrándose en Chile, formando parte de la sociedad de Iquique, asumiendo cargos y afrontando responsabilidades para devolver a sus conciudadanos la estima y acogida recibidas.

Había recibido valiosos consejos de su padre don Benito de Llanos, en su carta de despedida: Tu,por donde quiera que vayas, y con cualquiera que trates, respeta en ellos sus creencias; por esta sola razón nunca choques con nadie (…) se siempre buen cristiano en toda tu conducta (…) pórtate siempre tan respetuosamente que todos puedan fiarse de ti; así adquirirás estimación y crédito; y el crédito sólo ya vale un caudal. La humildad  sin bajeza es una cosa que te recomiendo mucho; no hay virtud que más traigas las voluntades que la humildad cuando no es hipócrita ni baja.

Don Eduardo Llanos supo como ganarse ese crédito.

¡Qué decir del hermoso gesto que le ha honrado para siempre, que ha unido su nombre al del capitán don Arturo Prat, teniente don Ignacio Serrano y demá héroes de Iquique, arriesgando con sus compañeros la integridad personal en un momento difícil! Gesto que trajo consigo, no solo el agradecimiento de todo un pueblo sino también la más hermosa de las recompensas, el restablecimiento de las relaciones entre hermanos, entre Chile y España, rota años atrás por la Guerra.

Sabemos del recuerdo que Iquique, que este Casino Español tiene con don Eduardo Llanos Álvarez de las Asturias y nos llena de satisfacción. En su pueblo natal, cada día más viejo y pequeño, también saben de su bonhomía y han querido recordarlo, junto a otros personajes de nuestra historia, en este humilde trabajo que hoy ponemos en sus manos. En él no sólo encontrarán su biografía, sino también la de su padre y la de algunos otros miembros de su honorable familia.

En Asturias, en su Corao natal, don Eduardo Llanos es recordado y reconocido como mecenas de la educación. Cuando ya anciano partió de Iquique y regresó a su patria chica, quiso visitar la pequeña escuela en la que recibiese sus priemra letras. Su sorpresa fue mayúscula al encontrarla tal como la había dejado cincuenta años atrás. Dolido se propuso cambiar la situación y allí fundó una escuela que sufragó durante siete años, siendo ejemplo educativo como escuela rural y de capacitación agrícola en toda España.

Yo no puedo hablarles de don Eduardo Llanos como historiadora, pues no lo soy y además sería un atrevimiento cuando les traigo este libro en el que encontrarán datos que también para mi son fuente de conocimiento. Les hablo como asturiana, como española y como emigrantes que hoy reside en su querida Iquique y que con tanto cariño nos ha acogido a mi y mi familia, para expresarles mi satisfacción por el afectuoso recibimiento que me dispensan al ser portadora de tan humilde presente.

Sí quiero transmitirles el saludo de los editores del libro, y del Excelentísimo Sr. Alcalde de Cangas de Onís, don José Manuel González Castro, agradecidos por el recurso que Iquique y este Casino Español profesan a su benemérito conciudadano.

Saludo que yo hoy les transmito personalmente, agradeciendo la deferencia que han tenido celebrando este hermoso acto, que estrecha aún más las relaciones entre Iquique y Cangas de Onís, entre Chile y España, con don Eduardo Llanos como intemporal embajador entre las dos orillas de la hispanidad».

(206)